¡Que mamada!

Ok, sé que el título no es el más fino, pero ni modo este blog se trata de eso, mamadas.

Todo esto viene a colación por 2 encuentros que podrían ser casi idénticos salvo el resultado final.

Les ahorraré la reseña previa de los encuentros y comenzaré en el momento donde ya estábamos instalados, desnudos, cachondos y ella comenzó a felarme, chuparme, mamárme o como gusten y manden llamarle:

· Encuentro A ·

Acercó su boca, primero recorrío mi pene desde la punta hasta la base, varias veces hizo esto mismo haciendo que deseara sentir sus labios apretándo mi pene, después lamió mis huevos lentamente, mientras sus ojos buscaban los míos, podía ver que lo disfrutaba, se tomaba su tiempo y seguía en su faena de enloquecerme con su lengua, de repente, con delicadeza, succionó uno de mis huevos y lo metío a su boca, lo chupó, jugueteó con él mientras su mano subía y bajaba a lo largo de mi pene, lo soltó e hizo lo mismo con el otro, no tenía prisa, lo hacía pausadamente, después siguió lamiendo mi pene ahora no con la lengua, sino con los labios, al llegar a la cabeza, con la punta de su lengua recogió una gota transparente de lubricante que estiró y después untó en sus labios, sus ojos clavados en los míos estaban atentos a mis reacciones, a mis movimientos.. finalmente abrió los labios y metió primero la cabeza, chupándola muy fuertemente mientras su lengua la recorría en círculos.. yo estaba realmente fascinado por su proceder, después de un rato de jugar con mi glande, hundió mi pene en su boca, humedeciéndolo con su saliva, recorriendolo con su lengua, aplicando presión con sus labios, mientras que su mano masajeaba mis huevos, íntrodujo por completo mi pene en su boca, podía ver como su naríz tocaba mi vientre, con una profunda inhalación sacó mi pene de su boca, estaba muy húmedo y había un hilito plateado de saliva que iba del tronco de mi pene a sus labios, sus manos comenzaron a acariciar mi pene mientras sus labios se acercaban nuevamente para meterlo igual que la vez anterior.. tras repetir unas cuantas ocasiones este procedimiento, se volteó y me dijo que estaba lista para recibirme..

· Encuentro B ·

Su boca se acercó a mi pene, sus labios lo rodearon y comenzó a chuparlo, muy rápido e intentando meterlo completamente a su boca, sus dientes rozaban la piel de mi pene y me lastimaba un poco, con su mano atrapó uno de mis testículos y comenzó a apretar, cada vez más fuerte, yo creo que pensó que era un huevo kinder y quería ver la sorpresa que traía dentro, sus dientes seguían funcionando cual rayador de queso nada más que ahora más fuerte, liberé mi huevito kinder muy sutilmente al agarrarle la mano y hacerle casi una manita de puerco, ella como que entendió el mensaje y me soltó, ahora ya nada más faltaba detener el rayador de coco que tenía prisionero mi pene, fué un poco más difícil porque al parecer ella lo estaba disfrutando, lástima que no fuera recíproco; primero empujé suavemente su cabeza para ver si me soltaba, al ver que no funcionaba tuve que emplear un poco más de presión así que casi le tuve que aplicar una desnucadora, por un momento pensé que si le tapaba la nariz quizá se destrabarían sus quijadas, pero con la desnucadora fué suficiente para por fín liberar mi pene de su boca moulinex. Contrario al efecto por ella deseado, mi pene salió de una sola pieza, bastante irritado y por supuesto con la erección disminuida, ella se veía muy excitada e hizo un intento de volver a aprisionar mi pene, con un natural derecho digno de cualquier buen torero, quité mi pene de su boca y preferí ante su técnica más bien ruda ponerla boca arriba y me dispuse a devolverle el favorcito..

Sé que eso de chupar no es como que muy natural para algunas mujeres, pero por lo menos creo que es un poco de sentido común notar que tienen en sus manos y/o boca una de las áreas más sensibles que tenemos los hombres, en muchas ocasiones la más cuidada y creo que en la mayoría de los casos la más querida, así que por favor un poquito de consideración sería bienvenida, estoy seguro que en más de un artículo de la cosmopolitan o vanidades o cualquier revista femenina segurito hay varios tips que podrían poner en práctica.

Digo no pido que todas sean unas maestras en el arte de metérselo a la boca, pero si seguir lineamientos básicos, como no intentar marcar zurcos en la piel con la amalgama nueva, ni lo confundan con globo de payaso para hacer figuras, me cae que si le soplan no se infla, créanme.

Yo sé en carne propia que no todas las mujeres son malas a la hora de practicar el fellatio, pero si de plano, eso de la mamada no es lo tuyo, es preferible que se abstengan de hacerlo, o mejor aún compren un plátano, consigan algunos buenos tutoriales en internet y armen su curso intensivo de mamadas, seguramente que su pareja será muy feliz después de lograr que el plátano termine intacto, sin rayaduras, abolladuras y por supuesto sin mordidas.

Uds. disculparán el tono un poco agresivo de este blog..

¡¡pero es que esas son mamadas!!

8 respuestas a “¡Que mamada!”

    1. Una mala tarde cualquiera la tiene y aunque no lo creas, ya he escuchado varias veces esa cuestión del dentista “afilatodo” así que no hay de que preocuparse..

      Tristemente el candidato se perdió de algo exquisito.

      Besos

      1. Bueno lo divertido es tener todo tipo de experiencias…pasar de ser la hambrienta a la boca de rallador, o de la profesional a la niña exploradora…todo puede pasar…y es lo delicioso.
        Besotes

        1. ¡¡¡¡¡SIIII!!!!

          En la variedad está el gusto y como dices eso de tener experiencias de todos colores, sabores siempre es bueno ¿si no qué les contaremos a nuestros nietos?

          Muchos besos Almibar, (todos con deseo de unos deliciosos melones)

          1. Bueno jejeje no creo que a mis nietos les guste la imagen de la abuela en sus andanzas…pero la abuela siempre tendrá recuerdos cachondones que repasar en su memoría…y una sonrisa gracias a ellos…¿qué rico, no? y gracias por los besitos van muchos de regreso…

          2. Puedo verte sonriendo todo el día, disfrutando mentalmente de todas y cada una de tus andanzas. Llena de recuerdos y vivencias, libre del terrible remordimiento de haber dejado pasar la vida sin aventurarte a probar algo.

            Creo que la peor frase que uno podría decir en el ocaso de su vida es: “hubiera, hecho..”

            Me viene a la mente una excelente frase de la película “Los Amantes del Círculo Polar” de Julio Medem:
            “Salta por la ventana, valiente”

            ¡Descubramos todo lo que la vida tiene para nosotros!

            ¡¡Muchos besos Almibar!!

  1. (Otra vez ataque de risa) pero siii es muy cierto lo que de manera siempre tan original plasmas. No todas las “personas” tenemos la facilidad de ser buenas en estos menesteres. Yo no me considero la mejor, pero tampoco la peor, eso sì, agradezco infinito los consejos del sabio para mejorar la tècnica. Pero eso de no meter las manos a veces no se puede! Y mas si hay que moderar de alguna manera la introducciòn a veces brusca del pene a mamar… he dicho!

    1. “La práctica hace al maestro”

      Organicemos un taller que se llame “Cómo mejorar sus mamadas”. En aras de la ciencia, el bienestar social y el desarrollo humano prestaré mi pene como sujeto de práctica. (sólo para las alumnas más avanzadas, pues no quiero que termine como falda hawaiiana)

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