Entre la razón y el instinto

“Iker Casillas despeja la presión plantando un beso a su novia mientras le entrevistaba”
-ABC Deportes-

Es el título de un artículo en dicho periódico español y punto de partida para este blog, pero  hemos iniciado por el final así que recapitulemos:

Es muy probable que todos en este momento sepan quién es Iker Casillas, así que sigamos con Sara Carbonero quien es periodista  y por supuesto novia de Iker Casillas.

Desde que inició la relación entre estos dos personajes, han sido objeto del acoso mediático. Sara como reportera de deportes pasó de un lado de la noticia al otro, desde el principio ambos han sabido llevar la relación con la prensa de forma atinada, mandada estrictamente por la razón.

El previo noviazgo de Iker, naufragó en gran medida por el acoso de la prensa rosa, por su parte Sara que siempre ha sido discreta con su vida personal, siempre gobernada por la razón, ha sido cuestionada si su parte instintiva explotaría ante la presión.

Durante el mundial estos dos personajes sufrieron presión extra: Iker como guardameta y capitán de la selección marcada favorita al mundial, Sara como reportera que debía cubrir los partidos de “La Roja” desde atrás del arco de Casillas.

Al perder España contra Suiza, mucha gente atacó fuertemente la presencia de Sara en la copa del mundo acusándola de ser objeto de distracción del guardameta. La prensa deportiva se fué sobre Iker preguntando al respecto, Casillas capoteó el temporal de forma inteligente, mostrándole a la prensa su disgusto pero sin perder la razón.

Tras el partido contra Paraguay y después de haber detenido un tiro penal que le significó a España pasar a semifnales por primera vez en su historia, Iker es entrevistado por Sara.

Quizá mucha gente vió la imagen de Casillas respondiendo la entrevista, pero la imagen más valiosa de ese momento es la fotografía del rostro de Sara, que no sale a cuadro en la entrevista, pero que se nota llena de orgullo, contenta, emocionada, a punto de rendirse ante el instinto,  mientras sus ojos resplandecen enamorados.

Cada paso que daba la selección española significaba más presión, sería la primera ocasión que España tuviera la oportunidad de ser campeón del mundo, las concentraciones y entrenamientos cada vez más demandantes, el márgen de error cada vez menor, en este momento la razón debe ser el motor único de las acciones y el instinto reprimido totalmente.

Finalmente España es campeona del mundo, Iker está en su momento de gloria, como capitán del equipo le toca el privilegio de ser el primer español en la historia en levantar el preciado trofeo, desde este momento Iker es un ícono, ha plasmado su imagen en los libros de historia deportiva.

El instinto reprimido explota y lo hace en forma de llanto, Iker finalmente festeja el ansiado triunfo que la razón le ha brindado, este es el momento más anhelado en su carrera.

Tras ese momento de gloria, le sigue otro San Fermín, otro toro al que ha de enfrentarse: En la zona mixta le espera, en su papel de reportera, Sara con micrófono en mano y todos los ojos españoles viendo la entrevista, en espera de las palabras del capitán..

Me abstengo de describir el momento por respeto al valor del mismo, es uno de esos momentos que se deben guardar en la memoria, yo veo un hombre triunfador que ha conseguido lo más preciado profesionalmente, que se rinde ante el instinto, ante su pareja y con una sencilla acción deja en claro mucho más que mil de palabras:

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Estoy seguro que en muchos lugares de España que seguían la transmisión en vivo se escuchó un grito festejando este gol fuera de la cancha.

Y no es que ahora vaya a escribir blogs rosas, pero este es un excelente ejemplo de pasión: el balance entre razón e instinto que enriquece enormemente nuestras vidas.