El Arcadia

Gracias a los comentarios de Lau (¡¡Acá el chisme!!), recordé mi primer visita a un cine porno,  y creo que es una excelente anécdota para postear.

Mi edición de “Violación en Polanco” era la más chichinfla, de papel revolución y con una pésima ilustración. Recuerdo haberla comprado en el rebusque de Gandhi y pagué 35 pesos. La verdad es que ni el precio, ni la edición le hacían justicia al contenido, la empecé a leer justo después de salir del rebusque, no pude soltar el libro hasta terminarlo.

La parte del “Cine de piojito” se me hizo verdaderamente interesante así que me propuse visitar uno de estos cines para adultos, tarea no tan sencilla tomando en cuenta que yo tenía 16 o 17 años y con una cara de escuincle que no me ayudaba para nada.

Así pues me dejé crecer un poco la barba y bigote..  semana y media después y maldiciendo mi lampiña piel, me armé de valor y tomé el metro rumbo al Arcadia. Una vez allí con paso firme y decidido me enfilé a la taquilla, iba a entrar, lo tenía que hacer, no hay vuelta de hoja.. porqué chingaos no me van a vender un boleto, a huevo, a huevo.. ¡¡ooh mira, unas maquinitas!!!

Hora y media después, salí de las mentadas maquinitas y ahora si… listo para entrar al cine a ver pelos.

El señor de la taquilla ni chistó cuando le pedí un boleto, pagué en chinga, no se fuera a arrepentir y como dice Lalote: me metí p’adentro.

Era uno de esos cines viejos grandototes, de 2 pisos, con las cortinas luidas, la alfombra desgastadísima y un olor a sexo honestamente embriagador. Las luces estaban prendidas y pude ver a todos los concurrentes: ¡puros peludos! ni una sola mujercita, damita, fémina, tuerca o término de su preferencia. Aah no no, miento allí hay una … ¿o es wey? no, si es mujer.. no, no, si es wey.. no sé, la neta está re fea o re feo. Pss quién sabe pero es la única persona que está sentada junto a otra. Todos estaban separados entre sí por lo menos por un par de butacas.

Segundo dato curioso, la mayoría estaba leyendo el periódico (aaaah que público tan informado) muy pocos eran los que no estaban leyendo y de esos, algunos estaban dormitando.

¿Venderán palomitas y refrescos aquí? genuinamente me asaltó la duda (pinche chamaco baboso).

Busqué un rinconcillo apartado y bastante arriba para poder contemplar el panorama y evitar cualquier problema. A los 15 minutos se apagaron las luces y comenzó la cinta.  Una película italiana que trataba sobre la obsesión de una mujer por ser sodimizada, léase le encantaba por el chiquistriquis.

Los primeros 10 minutos la trama era la más equis. Si, con un par de escenas calentatorias donde ella se estaba vistiendo, o enseñaba los calzones en el tranvía, pero nada verdaderamente porno. Hasta que llega con “il dottore” que le ha puesto una auscultada que no veas, tras un mega-faje, el doctor procede a verificar que la garganta de la paciente esté bien. Para dicho efecto la pone en cunclillas frente a él.  Aunque nunca se vé nada pues la toma es desde atrás de él, adivinas perfectamente que la garganta no le duele a la italianita.

Tras unos 3 minutos de verificar la garganta, le sube la falda para descubrir que no trae mas que un liguero “beish”, medias y kilo y medio de vello púbico (así se usaba antes, ¡¡qué quieren!!)  por el aullido que dá la protagonista te imaginas que no es tan bueno el doctor pues se equivocó y lo metió en otro lado (nuevamente, no se vé nada).

Aquí es cuando volteo a ver a mis demás compañeros calentones de cine, y veo el verdadero propósito del periódico. Todos lo tienen hecho casita sobre su regazo, y se ve la mayoría de los periódicos subir y bajar al ritmo de la chaqueta colectiva. Maldición y yo sin periódico, bueh total namás hay 3 weyes más en esta fila, no creo que les importe.

Recién me había unido al onanismo grupal cuando ví que había gente rondando debajo de la pantalla, con la poca luz alcancé a percibir un par de señoras ya maduras con tremendos escotes, esto se ponía bueno. La verdad me interesaba más descubrir cómo funcionaba aquello de las chichonas en el cine, que la enculada de la italiana, así que me olvidé por un rato de la película.

Según deduje, si alguien quería la compañía de alguna de estas dadivosas mujeres, tenía que:

  • A) acercarse a ellas.
  • B) levantar la mano.
  • C) chiflarle a la dama de confianza.

Se acordaba el precio y el servicio y ahora sí, que comience la función. Desde donde estaba podía ver casi todo el cine, veía la mayoría de periódicos aleteando, una de las señoras masturbaba a alguien y lo más erótico otra señora se la chupaba a otro, alrededor de ellos todos estaban volteados para verlos mejor, a la italiana de la película.. ni quien la pelara, por más fuerte que dijera “incula me, ti lo prego”.

Al parecer si deseabas algo más allá de una chaqueta o una chupada, tenían un cuartito acá arriba.. a unas butacas de donde estaba sentado (ja, y yo sin saber) una señora subió las escaleras del segundo piso contoneando las nalgas exageradamente, mientras traía de la mano a su cliente. Al subir todos los presentes le decían piropos y guarradas, ella respondió un par de manera magistral, imagino que también es parte de su trabajo. Entraron al cuartito de los suspiros y verdaderamente comenzó la acción.

Dejaron la puerta abierta, no sé si por petición del cliente o a manera de mercadotecnia de ella. Yo nada más tuve que girar un poco y tenía una perfecta vista. Los asistentes que estaban cerca se saltaron las butacas para sentarse donde pudieran ver. Muy cerca de mí se sentó un tipo de unos 23 o 24 años, con varios tatuajes en los brazos (antes no era taaan común)

-“No hagas iris”- me dijo.

Mientras tanto en el cuartito de los suspiros, la pareja estaba dando un buen espectáculo, ella se había levantado la blusa y el bra, estaba hincada entre las piernas de él y con las nalgas hacia su público. -“enséñanos el pedorro”- gritó mi ahora vecino de butaca, secundado por algunos de los que se habían acercado.

Él le subió la falda, los calzones corte francés (muy de moda en ese entonces) salieron a relucir arrancando dos o tres chiflidos de los observadores, el afortunado cliente, le dió un par de nalgadas que le vitoreamos, ella se bajó los calzones y separó bien las piernas, gesto que arrancó una lluvia de gritos e improperios a la que contribuí con un pálidísimo: “¡¡que culote!!” y digo pálido porque tras la edición hablada del compendio de picardía mexicana que acababa de escuchar, “que culote” era un refinadísimo poema francés.

Finalmente ella se montó en su cliente, esta vez encarando a su público, mientras cabalgaba nos hacía señas para indilgarnos a participar, con su respectivo moche económico, por supuesto.

¡Que chingallos! ya estoy aquí, se me antoja y pos.. ¡qué chingallos! que me acerco al cuartito de los suspiros la leidi me recibió con un: “70 pesos la mamada, si quieres toño 200” – “la pura lengüita”- le respondi (¿no maaaa de dónde salió eso?) mi cartera de velcro soltó el último billete que celosamente había ahorrado.

Así que me puso un condón (marca puma azul, por cierto. Si alguien los conoce por favor dígamelo para dejar de pensar que era un globo payaso del 5 pero enrolladito)

Mientras montaba al colega cogedor, la leidi me daba mi primera chupada pública y mi primer trío (¡¡ternuriiitaa!!)
-“Voy pollo!!”- gritó mi ex-vecino de butaca y ahora público conocedor. Repentinamente esto se convirtió en un concurso de aguante, por supuesto que yo llevaba la ventaja pues el colega ya llevaba un mamada de delantera (literal y semánticamente).

Durante 3 paraísos y medio la leidi feló y feló de estupenda manera. El colega estaba a punto de venirse, pues la leidi conocedora de su oficio le arañaba suavemente los tompiates (escribió el docto literato).

Al sentir las contracciones correspondientes, dejó de felarme para anunciar a los presentes que el lechero había llegado. Desmontándose del colega, siguió con su chamba, ahora eran mis tompiates los que eran acariciados. “héchamelos, chiquito, héchamelos, ya te vas a venir mi niño?”

Ya no supe de la italianita, pero les aseguro que la película tuvo final felíz.

17 respuestas a “El Arcadia”

  1. No cabe duda de que Usted, jamasmente les hizo caso a sus Apáces, cuando le decian:

    “Chamaco calenturiento…. dejése aí”

    Ahora me explico todo, de donde le viene lo Epicuro, lo Hedonista, Vouyerista y Sodomita.

    Aunque eso de ” un olor a sexo honestamente embriagador” y la sala llena de machines me sono medio Guic (Lady Montse, dixit)

    Y mira que yo comencé mis haberes y deberes Swingerianos con la difunta Yaz, en el CIne Savoy de gratos, húmedos y muy calientes recuerdos.

    Saludos a la Banda Calenturienta… y por favor Ustedes: SI dejénsen Aí

    1. Creo que precisamente esa fué la cosa, jamás me dijeron “déjese ai” (¡Mi papá pensaba que yo era virgen a los 18!)

      En cuanto al olor a sexo.. si, efectivamente la sala estaba llena de machines.. que le ponían con todas las dadivosas damas lo que daba por resultado ese aroma a sexo grupal ampliamente conocido y reconocido (¡niégalo!)

      ¡¡AAAhhh el Savoy!! precisamente el amigo tatuado del Arcadia, al final me dió un tip: “En el Savoy si se pone puerco!”
      Al visitar el Savoy por primera vez (1991-1992 máximo) supe lo que era la carnalidad a tope, pero ese es tema aparte.

      Siempre un placer comparar notas con Asté, mi estimado Perverso.

  2. Jajajaja, me cae que qué divertido lo cuentas chamaquito caliente…jiji

    A mi eso del embragador olor a sexo habiendo puros machines, me dio naúsea…sooorry por la fresés.

    Besitos y no me dejo aí….

    1. JIJIJIJIJIJI… al parecer esa no será una de mis fráses más logradas, jijijiji

      En realidad el olor no era a puro machín encerrado como en prisión, nop.. era la conjunción de la calentura de los machines, mas la calentura de las leidis, porque ¿a poco no creés que se calientan después de tener tantos machos para ellas?

      Por una vida sin censura, nadie nos deberíamos dejar aí
      (Lo que me recuerda una excelente rola de los tapatíos de El Personal, “Niño dejese,ai”)

      Besotes, tronados y con hartos deseos.

        1. Así es… la combinación de lujuria de ambos lados se conjugaba para dar ese aroma a sexo. Que por cierto es una de mis cosas favoritas cuando hay una reunión en casa y queda con ese aroma a “recien-cogidos” uuuffff.. deleitable.

  3. Buena falta que me hacia reir hoy y para variar lo logras aunque sea a distancia. Primero la mención del susodicho, luego la descripción pícara y divertida de tus pininos en esto de la curiosidad de lo sexoso y que afortunadamente nos compartes.

    Tanto que me hiciste recordar mi primera escapada a hacer lo mismo, pero la mia fue con una amiga, la peli no era porno, sino mas bien erótica, pero para un par de chicas de 15 años, de escuela de niñas, ya era como mucho! Y la pelicula se llamaba Rabitt Test para mayores de 21 años, en el cine Paris (si ya sé harto fresas), pero por algo se empieza no? Besos!!

    1. ¡¡¡WWWWOOOOOOOOOWWWWWWWWWW!!!

      Namás de imaginarlas entrando al cine.. bueeeno que cosa más interesante.
      Prometo conseguir la película, pues se me están ocurriendo un par de ideas para re-disfrutarla.

      ¡Besos!

  4. jajajajaa.. como he reido!! ya todos los anteriores han dicho los mejores adjetivos al respecto…!

    Lastima que mis comienzos en esto del arte SW hayan sido tan fresas y mi participacion no tan continua… pero ya vi que hay gente que dice “QUITATE QUE AHI TE VOY”… o mejor me hago un lado para que NO SALPIQUEN!!

    Marco te felicito por tu Blog… ya lo puse en mis favoritos y seguro en mis ratos de ocio y necesidad de CULTURA lo estare visitando….

    un Abrazo a ti y compartido al CLUB! ( ya saben quienes!) : P

    1. ¡Pablo, que gusto saber que andas por estos rumbos!

      Espero que encuentres cosas de tu agrado en este compendio de noctambuleadas.

      Muchas gracias por tu voto de confianza, espero pronto podamos charlar de tantas cosas que se quedaron en el tintero. Seguramente habrá largas conversaciones de temas muy diversos.

      Un fuerte abrazo para tí también.

  5. Hola!!!
    Jaja, como me has hecho reír y recordar, tienes ese “divino toque”, alguna vez entre por pura curiosidad morbosa al Teresa y como hice mía tu frase: “un olor a sexo…”, jajaja para mi resultó de tan embriagador nauseabundo y de tan nauseabundo recordé lo “ilícito” de mi estancia en ese lugar, creo si no mal recuerdo haber sido la única fémina que estaba ahí, no habría tantos hombres eso si lo recuerdo, la mayoría ya mayorictos, una mezcla infáme de olor a sudor, deseo, morbo (porq ese también huele no lo has percibido???) y harta, harta lujuría y soledad, pero bueno la neta, la neta la experiencia por demás temerosa, tenía miedo de que de un momento a otro alguien se diera cuenta de mi condición de mujer -y sola!!- y la cosa se pusiera heavy, lo que sucedió después fue…. una expresión a la erótica onda el llano en llamas, jaja, no me preguntes porque lo asocié así pero mi recuerdo es algo pachecón, en fin anécdotas hay muchas, como la del bar “la tablita” ubicado allá por Garibaldi donde la peli porno se volvió realidad, orale!! lo más hardcore q recuerdo de mis 20´s, jajaj y como siempre todo, todo por que la curiosidad ha matado a está pequeña felina, grrrr.

    Besos, gracias por tomar en cuenta mi comentario y aflorar vivencias

      1. Hola almibvar,
        Uyyy, si claro, de hecho lo hacía hasta que de tan públicas tuve que guardar anonimato, jajaj, si tengo mis compendios, de hecho hace algunos ayeres escribía un “libro” sobre historias de hoteles, relatos personales y relatos inventados -de esos momentos en que accedes a las habitaciones contiguas y te creas una historia de las personas q las habitan-, pero bueno entre el trabajo y el debraye lo deje de lado, después les compartiré algunas cosas.
        Un beso y un abrazo, mujer de pegajosa sensualidad.

        1. UUUUUYYYYY UUUUUYYYYYYY UUUUUUUUUUYYYYYYY..
          mi mente se disparó a 30,000 revoluciones por segundo y las fotografió, filmó, grabó, vistió y desvistió juntas..

          ¡¡¡Que cosas tan lindas acabo de imaginarme!!!

    1. “Pura curiosidad morbosa” creo que así llegamos todos a nuestro primer cine porno, primera experiencia exótica, primer trío, primer beso negro, primer todo.. y creo que es una forma de expresión de una mente activa.

      Jijijijiji… no entiendo bien esa conexión con el Llano en llamas, pero será divertido cuando me platiques con detalle porqué Luvina se apareció en El Arcadia, al Igual que Almibar, soy de la opinión que nos cuentes más.. esa anécdota de la Tablita, promete.

      Esperemos pronto la curiosidad por compartirte y descubrirnos también te atrape.

      Besos a la felina !!!

  6. Mi estimado Noc!!!

    Ah que aventuras las tuyas!!!… Ese olor a sexo que mencionas ciertamente es un afrodisiaco natural…

    Me dio una ternura lo de “mi primer trio”

    Besos

    Fabyz

    1. Jajajajaja, la verdad es que a mí me dió haaarta emoción eso de mi primer trío, claro un tanto circunstancial.. pero eramos tres que no?.

      ¡Besotes Fabz, como siempre se agradece tu visita!

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