Visita al Café Centro (I)

Tras una pausa de casi 2 años, decidí que era tiempo de regresar a la escena SW.
En mi cuenta de -X (ex-twitter) había visto ya un lugar que a juzgar por las fotos y los posts,  parecía divertido y con buena concurrencia.

Primero revisé nuevamente los posts y rt’s de sus cuentas (@Cafe_centromx y @Cafe_centromx1) para ver que siguieran en operación y confirmar que seguían teniendo buen ambiente y concurrencia.

Lo primero que me llamó la atención es que tienen diferentes dinámicas a lo largo de la semana, así que tienen opción para todos. Parejas que buscan inter, soft, singles, cabinas, tríos, gang, etc… Y también tienen diferentes opciones de animación, strippers, dj’s, imitadores, cantantes y grupos musicales lo que los hace diferentes a la mayoría de los clubes, que tienen una variedad más limitada.

Decidí que el miércoles de tríos y gang era la mejor opción para mí.
En la semana estuve monitoreando las publicaciones y todas se veían muy bien, todos los visitantes hacían buenas referencias del lugar, así que el miércoles en cuestión los contacté para hacer mi reservación y en poco tiempo tenía mi confirmación.

Aunque llegué un poco tarde al lugar creo que llegué en buen momento, pues justamente estaba por empezar el show. Lo primero que me agradó es que todo el staff es bastante accesible, educado y con excelente actitud. Desde que entras te atienden muy bien.

Tras disfrutar del show y un par de cervecitas bien frías, me mostraron la dinámica del lugar. Los diferentes espacios que había y las reglas de cada uno de ellos. Una vez bien informado y consciente de las reglas a seguir, ahora si.. a disfrutar.  

En el lugar había una buena diversidad en la edad de las parejas, lo que considero es muy bueno pues hay opciones para todo mundo. Esto lo hago notar, porque en muchos clubes existen reglas en la edad de los visitantes o en su caso hay noches específicas para cada grupo de edades. Lo que puede ser un tanto limitante. Así que una palomita extra para Café Centro!

Mientras tomaba mi cerveza pude ver 4 parejas que particularmente me interesaron, pues se notaban con una buena disposición. En cada caso tanto él como ella se veían relajados, agusto y disfrutando de la noche.

Me acerqué a platicar un poco con una de esas parejas quienes me recibieron amistosamente y me explicaron cuál era la dinámica que disfrutaban. Ellos venían principalmente a la cabina, donde ella se daba gusto chupando y recibiendo leche. Así que estaba invitado a hacer fila en la cabina para poder interactuar con esta pareja.

Continuar leyendo “Visita al Café Centro (I)”

Los Visitantes (II)

En el trayecto del jardín a la habitación de Alberto y Sonia, hicimos una escala que me mostró la activa imaginación y la enorme lascivia de Sonia.

Esta escala fue justo enfrente a la cámara de seguridad de la cocina.
– “Para que tengas un muy buen recuerdo mío.”-

Tras echar un vistazo a la cámara me colocó donde consideró, era el mejor ángulo e inmediatamente se hincó para seguir con su delicioso hacer con la boca.

Su saliva escurría profusamente desde mi glande, en verdad era una mamada muy, muy, muy mojada. Sus manos, de manera experta, acariciaban y apretaban mis huevos generando una constante oleada de placer.

– “Que ganas de estar bien empalada mientras te como la verga”- me dijo con la mirada llena de lujuria, mientras se daba golpes con mi miembro en la cara.

Aprovechando la cercanía del frutero, tomé un plátano. Llené mi mano con la saliva que escurría de mi verga y tras lubricar el plátano profusamente le dije a Sonia:
– “Levanta las nalgas, que te lo vas a comer completo”-

Ella gustosamente cambió su postura para seguir mamando mi verga mientras le metía el plátano en la panocha.

Me dediqué a complacer su sexo con el plátano, variando los diferentes movimientos con los que se lo metía en esa vulva hambrienta.

Mientras seguía mamando deliciosamente, sus gemidos se iban incrementando. Movía sus caderas de una manera espectacular. Era hermoso ver ese enorme culo moverse al ritmo con que la penetraba con el plátano.

Continuar leyendo “Los Visitantes (II)”

Los Visitantes (I)

Sonia en el Jardín

Alberto y Sonia, son una pareja casi en sus 60´s y reservaron una de las habitaciones de mi ABnB por una semana. Al recibirles Alberto me explicó que por cuestiones de trabajo él estaría fuera casi siempre, pero Sonia se quedaría en casa la mayor parte del tiempo.

Les mostré su habitación, las áreas comunes de la casa y el jardín, el cual encantó a Sonia por ser apacible y muy privado. Descansaron un poco y tras pedirme información de cómo llegar a un conocido edificio corporativo que está cerca de la casa, Alberto se marchó.

Sonia bajó de su habitación al poco tiempo y me solicitó indicaciones para llegar a la plaza comercial más cercana. Tras darle las instrucciones para llegar, salió de la casa con paso alegre, rumbo a su sesión de shopping.

Un par de horas después regresó con casi una docena de bolsas. Se veía acalorada, con las mejillas rojas y el rostro sudoroso. Aunque hermoso, su amplio vestido típico oaxaqueño, con enormes y coloridas flores bordadas sobre un fondo de color negro, no era la indumentaria más fresca. Le ofrecí algo de beber para que se refrescara.

“Si tienes una cervecita, estaría excelente.” me dijo con voz muy afable.

Saqué del refrigerador un par de cervezas bastante frías y mientras las bebíamos comenzamos a charlar amenamente. A sus 57 años, Sonia tenía una actitud sumanente jovial y fresca.

“Seguramente es porque soy maestra de preparatoria y universidad. La edad es una cifra, pero la juventud es un estado mental.” Fue su atinado comentario.

Continuar leyendo “Los Visitantes (I)”

Un poco de estrés

Al abrir la puerta para recibir a mis nuevos huespedes, apareció frente a mí una mujer mayor, muy bajita y con una mirada muy dulce. Me sonrío tímidamente y señaló hacía la cajuela del auto que las había traído. Instintivamente seguí la indicación y me dirigí a ayudar con las maletas que Guadalupe, su hija, estaba intentando bajar. Unos minutos después, Guadalupe y su mamá estaban instaladas y descansando de lo que parece fué un largo viaje.

No había pasado más de media hora cuando Guadalupe bajó para preguntarme dónde estaba la farmacia más cercana. Se podía sentir su estrés y preocupación. Su delgado rostro, mostraba unas enormes ojeras y aunque sus facciones eran bonitas, la tensión la hacía tener una mueca todo el tiempo.

Tras una breve llamada a la farmacia, invité a Guadalupe a tomar asiento mientras le preparaba un té. Pude percibir que era la primera vez en un buen tiempo en que Guadalupe se tomaba un respiro. Comenzamos a charlar y así fue que me comentó que venían a la ciudad para que operaran a su mamá y que los últimos 3 días habían sido muy estresantes, pues había tenido que preparar todo para el viaje: pedir permiso a su trabajo, conseguir el alojamiento, los boletos de avión, los estudios que los médicos solicitaban y sobre todo cuidar todo el tiempo a su mamá, para que no hubiera ninguna complicación para la cirugía.

Hacía unos 10 minutos que se había sentado, cuando su celular empezó a sonar. Era su mamá, que preguntaba qué y cuándo comerían. Sus facciones, que se habían relajado un poco con el té y la charla, nuevamente se crisparon y tras preguntarme dónde estaba el supermercado más cercano, salió corriendo, dejando atrás su taza de té sin terminar.

Una vez que comieron, la mamá se subió a descansar un poco. Mientras tanto Guadalupe se encargó de limpiar la mesa, lavar los trastes, la estufa y guardar los víveres que había comprado. Apenas había terminado de hacer todo esto, cuando volvió a sonar su celular.. Nuevamente era su mamá que ya había despertado y preguntaba si podían salir a caminar un poco.

Tras regresar de su caminata, Guadalupe preparó todo para que su mamá tomara una buena ducha, mientras ella preparaba la cena. A la par que cocinaba, charlamos un poco más y me pidió si más tarde le podía regalar otro té, pues le había gustado mucho.

Después de haber dado de cenar a su mamá, lavar nuevamente los trastes, limpiar la cocina y atender los requerimientos de su mamá antes de acostarla, Guadalupe me pidió le prepara otro té. Se veía exhausta, pero al menos su mamá ya estaba dormida y podía disfrutar de unos minutos de tranquilidad.

Continuar leyendo “Un poco de estrés”

Nuevas historias

El inicio de un nuevo capítulo

Hace unos años decidí experimentar una actividad distinta a lo que siempre había hecho y probar suerte en la industria del Hospitality por medio de una conocida plataforma.

Debo decir que esta aventura, que al día de hoy sigo llevando a cabo, me ha dejado vivencias muy positivas, en las que he conocido y compartido mi espacio, con gente de diversas nacionalidades, creencias, ideologías y profesiones.

Por supuesto, también me ha brindado nuevas y agradables experiencias sexys, que compartiré con Uds. en las siguientes entradas de este blog.

1.- La Buena Química

Cada ocasión que abres la puerta para recibir a un nuevo Huesped, hay un poco de nervio, emoción y expectativa, pues nunca sabes quién(es) está(n) del otro lado de la puerta y estos primeros segundos ayudan a descubrir qué tipo de conexión y empatía habrá. Un poco como una cita a ciegas.

En esa ocasión, al abrir la puerta para recibir a quien sería mi Huesped por 7 noches, me encontré con una joven espigada, de ojos grandes y expresivos, pelo lacio muy largo, con una agradable sonrisa y al igual que yo, con una ligera expectativa en la mirada.

La invité a pasar para mostrarle su habitación y darle el tour a la casa. Desde el principio hubo una buena conexión, se sentía una vibra muy positiva y agradable.

Unos minutos después de haber dejado su equipaje y refrescarse un poco tras el viaje, estábamos sentados con un vaso de agua de jamaica, platicando como si nos conocieramos desde hace tiempo. Me platicó que era química y venía a la Ciudad de México para tomarse unas vacaciones, visitar algunos muséos y asistir a un famoso festival de música que iniciaría el jueves siguiente.

La plática continuó de forma muy fluida y ella propuso cambiar el agua de jamaica por algunas cervezas. Unas horas después éramos como grandes confidentes. De manera casi instintiva, habíamos ido acercando nuestras sillas y ahora estábamos muy cerca.

Continuar leyendo “Nuevas historias”

Historias con Cuernos III

III Power Switch

Natalia es una mujer muy atractiva, de estatura más bien pequeña, con una figura poco voluptuosa. Su rostro es el de una niña traviesa muy, muy bonito. Pero en mi opinión lo más atractivo que tiene es su gran inteligencia. Una chica que siempre tiene una respuesta a todo y que no hay problema que la detenga. Es como yo la describiría en pocas palabras.

Nos conocemos desde hace unos 8 años, siempre nos hemos llevado muy bien y las poquísimas ocasiones que trabajamos en el mismo proyecto, fueron muy positivas y agradables.

Conocí a su pareja por mera casualidad, alguna ocasión que nos encontramos en un centro comercial. Un tipo alto, robusto y un tanto malencarado, pero que pone ojos de cachorro enamorado cuando ve a Natalia. En la breve plática que sostuvimos me percaté que es ella la que tiene la batuta de la relación, él hablaba muy poco y solo para afirmar lo que decía Natalia. Él cargaba las bolsas de las compras.. pero también la bolsa de Nat.

Un par de semanas después de dicho encuentro, Natalia me invitó a ver con ellos el football americano. En alguna ocasión habíamos conversado un poco sobre la NFL y me sorprendió gratamente ver que sabía bastante al respecto. “Lleva algo para chupar y comer..” dijo ella animosamente mientras se despedía de mi a la distancia.

Armado con suficientes bebidas y botanas para las siguientes 9 horas, llegué a su casa justo al medio día que comenzaban los primeros partidos. Me recibió la pareja de Natalia con jersey de football y shorts. Tomó inmediatamente las bolsas que traía en la mano y tras dejarlas en la cocina me condujo a un pequeño sillón de 2 plazas frente al inmenso televisor donde ya estaban las primeras acciones de los partidos.

Continuar leyendo “Historias con Cuernos III”

Historias con Cuernos II

II Dalia y Adrián

Ya con unos 8 años en el ambiente SW, me había tocado vivir un poco de todo y definitivamente la historia con Dalia y Adrián es una de las más excéntricas. Es una de las historias con cuernos que bien vale la pena contar como prueba de las tantas posibilidades que el Cuckolding ofrece.

La primera vez que vi a Dalia, por supuesto que lo primero que me llamó la atención fueron sus impresionantes piernas y nalgas. Enfundada en unos apretadísimos jeans y un body color rojo esperaba al igual que yo entrar a una conferencia sobre “La Cultura de la Pornografía” que en el papel parecía muy interesante.

Mientras esperábamos acceder, yo me deleitaba viendo sus muslos de guerrera vikinga y nalgas ultra trabajadas por incontables horas de gimnasio. Más de una ocasión me atrapó viéndoselas y en algún momento hasta pareció posar para que las viera mejor.

Me senté a 2 sillas de ella y me dispuse a escuchar la conferencia. Tras 10 minutos de una verdadera pifia de conferencia, decidí salirme pero antes, quería disfrutar de la vista una vez más, así que pasé frente a su asiento.

En el lobby ya habían puesto el consabido ambigú con vino blanco en copitas de plástico para después de la conferencia.  Me detuve a tomar mi correspondiente copita. Mientras la bebía, vi que Dalia también abandonaba la conferencia. Caminó hacia la mesa y le ofrecí una copa.

Comenzamos a conversar muy amenamente y cuando nos dimos cuenta, ya llevábamos una buena cantidad de copitas cada uno. Finalmente llegó alguien para evitar que nos las acabáramos. Le ofrecí seguir la conversación con más copitas. – Conozco un buen lugar, muy cerca de aquí- me respondió.

Continuar leyendo “Historias con Cuernos II”

Naná

Un par de enormes y hermosas tetas siempre bien presumidas con pronunciados escotes, halters o blusas desabotonadas. Mirada sensual, boquita cachonda, mente brillante y una putería natural llevada con maestría y mucha malicia. Son las características que hacen a Mirna simplemente fascinante.

Dedicada a las ventas, saca enorme ventaja de su físico, pues muchos de sus clientes tienen la eterna esperanza de seducirla, muchas de sus clientas quisieran ser como ella, he visto en la mirada de algunas de ellas un brillo de franca admiración.

Sin empacho alguno para salir a bailar sola y a lo largo de la noche seleccionar 2 o 3 machos que se llevará a un hotel para que la atiendan, o como para acariciarme a escondidas la entrepierna debajo de la mesa mientras comemos en compañía de su galán en turno Continuar leyendo “Naná”

La vida con Paty

Conocí a Paty durante una breve consultoría en la empresa donde ella era administrativa. La naturaleza del proyecto nos puso largas horas trabajando juntos, durante las cuáles hicimos un eficiente equipo de trabajo y se inició una buena amistad.

Paty es una mujer 14 años mayor que yo, con ojos claros muy lindos, de carácter dulce y siempre con una sonrisa en los labios. Cuando la conocí era una mujer madura que irradiaba una sensualidad difícil de pasar por alto, y aún cuando su cuerpo ya no tenía la lozanía de la juventud, tenía una figura voluptuosa que siempre llamaba la atención.

Los tres meses del proyecto, se fueron en un abrir y cerrar de ojos, por lo que decidimos vernos para almorzar ún sábado. La relación dió un giro radical desde esa primera vez que nos vimos fuera del ambiente laboral, la conversación seguía siendo muy placentera y fluída, pero ahora los temas ya no eran la música, los libros y la muy discutida política. Desde ese día el sexo ocuparía la mayor parte de nuestras conversaciones.

Me sorprendió enormemente escuchar a la dulce y tierna Paty, hablándome de lo mucho que le gustaba coger, con lujo de detalles y utilizando un delicioso y soez vocabulario. Ahora el cotilleo diario de la oficina era aderezado con detalles de fantasías y en algunos casos, con historias de encuentros reales con sus compañer@s. Continuar leyendo “La vida con Paty”

La niña bien portada

Pelo rubio, ojos azules, piel muy blanca y con facciones de muñequita, Verónica era la típica niña bien portada, tranquila y estudiosa. Eramos compañeros de salón desde 1º de secundaria, algún par de ocasiones habíamos sido compañeros de equipo, pero realmente no podía decir que fuéramos amigos, la única amiga que tenía era Noemí, una chica igual de tímida y estudiosa que ella.

Un día como tantos en que me disponía a pasar 2 horas extras en el salón de castigados después de clases, se abrió la puerta y mayúscula sorpresa me llevé al ver entrar nada menos que a la directora en persona trayendo a Verónica.

Una vez que se había ido la temible directora y tras asegurarme que no había nadie detrás de la puerta, le pregunté a Verónica porqué estaba allí. -“Para que te haya traido ella personalmente, es porque hiciste algo realmente malo”- Verónica simplemente agachó la mirada y se soltó a llorar. Aún con los ojos hinchados por el llanto, la nariz moqueante y las mejillas rojas, se veía muy linda, como muñequita de porcelana de finísimas facciones. Continuar leyendo “La niña bien portada”