La Condesa

Alta, delgada, de pelo negro y rizado, con los ojos brillantes, la sonrisa de concurso y esa voz ronquita que le dá un toque super sexy, Lore no ha cambiado mucho; quizá un par de kilos más y distribuidos perfectamente.

Para mi fortuna, me la he encontrado en la calle después de 17 años de haberle perdido la pista. Intercambiamos apuradamente números telefónicos pues su esposo la esperaba en la camioneta con una cara de no muy complacido, quizá por el apretadísimo abrazo con el que me saludó.

Una hora después recibí su llamada para preguntarme si esa noche podríamos cenar juntos, no les necesito decir que respondí con una afirmación del tamaño del mundo.

Tras mi emoción inicial, me golpeó la posible realidad de la cena: Lorena y yo, contando viejas anécdotas, riendo pletóricamente y explicándole el quién, el cómo y  el porqué de cada cosa a su esposo, sin tocarnos mucho porque como dice aquella frase: “Fuel and matches” Continuar leyendo “La Condesa”

Velocidad o confort

Amplias caderas, acinturada, piernas grandes y golosas, redondeados y bastos senos. Frase perfecta para definir este tipo de mujeres “¡Mientras más carne, máyor es el pecado!”  Hechas para el confort, diría el finado Carlitos.

Piernas largas y delgadas, caderas pequeñas pero paraditas, un torso fuerte y marcado y senos pequeños, eran las características de las “Aerodinámicas” según la categorización de Carlitos.  La frase para definirlas: “La carne pegada al hueso, siempre es grata al paladar”.

A continuación mi personal experiencia al respecto. Continuar leyendo “Velocidad o confort”

El arte de caminar

Tras conocernos por internet (¿Seguro debe haber otras formas, no?) y chatear un par de ocasiones, quedamos de vernos en un café rimbombante para ver si la química se hacía presente.

La verdad es que no sabía bien a bien qué esperar, me habías mandado una foto de hace unos años, la plática si bien era interesante a veces se atoraba un poco, la primera ocasión que me llamaste no pudimos charlar mucho pues estaba ocupado, las llamadas subsecuentes tampoco fueron de antología que digamos, así que yo iba a ver qué salia.

Mientras te esperaba, comencé a leer un libro que acababa de comprar, resultó mejor de lo que esperaba así que a los 5 minutos estaba embebido en él. A los 20 minutos, tu llamada me sacó de trance:

-“Voy retrasada, pero llego en 5 minutos”-

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La luna del bajío

Cobijado por una luna llena espectacular, llegué a la fuente donde habíamos quedado de vernos.

Me recibiste con una sonrisa franca que me hizo sentir confortable, tus ojos de avellana estaban llenos de nerviosismo e incredulidad, pues habíamos compartido muy poco, unas cuantas horas a lo mucho, y aquí estábamos en el lugar menos pensado con toda la noche por delante para descubrirnos.

Durante la cena, las ocasiones para reir no faltaron, nuestras miradas fueron saciando su curiosidad, las historias fueron acompañantes perfectos para nuestros platillos, que al igual que las palabras eran abundantes y deliciosos. Nuestras inquietudes poco a poco se fueron desvaneciendo dando paso a la curiosidad y abriendo interesantes posibilidades.

Al llegar el postre, estaba cierto de querer pasar más tiempo contigo, aunque tus ojos me secundaban, aún me quedaba la duda si era mutuo el interés. En cuanto subimos al auto disipaste la duda con tu beso urgente, sorpresivo y apasionado que marcó el rumbo de la noche. Continuar leyendo “La luna del bajío”

Una nueva piel

El deseo de descubrir nuevas texturas, una nueva topografía, el olor particular, su humedad y su sabor van creciendo con cada prenda que le quito, es casi como abrir un regalo de navidad.

Aunque hayas hecho lo mismo “N” veces, siempre es un placer descubrir una nueva piel. Recorrerla para encontrar sus particularidades, dejarte recorrer por estos nuevos labios, hacer el mapa de los rincones de su cuerpo, encontrar los puntos álgidos de su sensualidad, aprender los recovecos que tiene para mostrarte, descubrir su peculiar forma de gemir, de tocar, de sudar.. Continuar leyendo “Una nueva piel”

Madrugadas sabor naranja

En las noches he recorrido una y otra vez la blancura de tu piel. Mis dedos te han acariciado en busca de los puntos que te producen latigazos de electricidad.  He escuchado tus latidos acelerarse, al tiempo que elevas tu voz para recibir con un grito otro orgasmo.

Tu pelo me ha dado enorme placer, al acariciarlo y descubrir su suave tacto, al esconder mis dedos en él mientras tu boca me engullía, al usarlo de rienda mientras cabalgábamos, al oler su delicioso perfume, al descubrirle furtivas gotas de mi simiente, al saborearlo mientras mordía tu nuca, al verlo alborotado, sudoroso y confundido.

En las noches has florecido, te has abierto completamente. Me has dejado descubrir tus secretos, tus pensamientos, tus sabores y tu mirada. No has dejado un solo resquicio sin que me lo brindaras, por dentro y por fuera me has permitido recorrerte a placer, desde tu pasado hasta tu vulva. Continuar leyendo “Madrugadas sabor naranja”

Una buena lectura

Además de las tantas cualidades que Ana poseé, tenía la enorme ventaja de que su padre era dueño de una librería, así que teníamos acceso a cuanto libro quisiéramos leer. Quizá en un primer vistazo no parece tan genial, pero tener una libreria como biblioteca personal es muy cómodo.

Ana tiene el arte en las venas, su padre bibliófilo, su mamá pintora, ella actríz de teatro, escritora, guionista y ávida.. avidísima lectora.

Como buena artista la pasión es su principal motivación, lo que yo disfrutába enormemente, pues eran largas horas que dedicábamos a dar rienda suelta a nuestra sexualidad.

Imagino que su gusto por la actuación le brindaba esa facilidad y goce por exhibirse, así que pronto nos encontramos teniendo sexo en lugares donde fácilmente nos podían ver. Uno de esos lugares era una hamaca que instalamos en una azotea  flanqueada por 2 pequeños edificios cuyas ventanas nos ofrecían una buena cantidad de público. Continuar leyendo “Una buena lectura”

Literótica | Mogador

Estoy convencido que los libros tienen la habilidad de escoger por quién han de ser leídos..

Mientras esperaba para abordar mi vuelo, entré a la librería del aeropuerto meramente a babosear, en mente tenía una revista o algo muy ligero pues mi vuelo no era tan extenso.

Dí un par de vueltas revisando los estantes, no había una gran selección de libros pues era una librería muy pequeña, más bien un puesto de revistas con un par de estantes con libros, desde mi primer búsqueda hubo un libro azul cuyo título llamó mi atención:  “En los labios del agua” de Alberto Ruy Sánchez

En la segunda ojeada ese mismo libro llamó mi atención nuevamente, así que lo tomé y me percaté en principio que era un libro corto, perfecto para el viaje en puerta. Leí la sinopsis y se me hizo muy interesante pues hablaba de un hombre que pertenecía a “La casta delirante de Los Sonámbulos”, una idea con la que me siento plenamente identificado. Lo abrí para leer un pequeño fragmento: Continuar leyendo “Literótica | Mogador”

Esperando tu visita

Echo un último vistazo asegurándome que todo esté como debe ser:

Algunos libros por aquí y por allá, esperando a que los hojeemos juntos, listos para contarnos sus historias e invitarnos a charlar largamente acerca de sus autores, de  sus personajes..

Fotografías, pinturas, dibujos y bocetos para posar nuestras miradas sobre ellos, mientras mis dedos recorren la piel de tus hombros y comienzan a despojarlos lentamente de la ropa, preparándote para posar y atrapar esta visita en imagenes imborrables.

Descubrir la música correcta para tí, todo un reto.. ya tengo la música con la que me gustaría verte caminar desnuda por mi casa, pero la curiosidad por saber cual es tu música preferida está anidada en mi interior.. mientras tanto he decidido poner un poco de lounge para escuchar mientras te espero. Continuar leyendo “Esperando tu visita”