Madrugadas sabor naranja

En las noches he recorrido una y otra vez la blancura de tu piel. Mis dedos te han acariciado en busca de los puntos que te producen latigazos de electricidad.  He escuchado tus latidos acelerarse, al tiempo que elevas tu voz para recibir con un grito otro orgasmo.

Tu pelo me ha dado enorme placer, al acariciarlo y descubrir su suave tacto, al esconder mis dedos en él mientras tu boca me engullía, al usarlo de rienda mientras cabalgábamos, al oler su delicioso perfume, al descubrirle furtivas gotas de mi simiente, al saborearlo mientras mordía tu nuca, al verlo alborotado, sudoroso y confundido.

En las noches has florecido, te has abierto completamente. Me has dejado descubrir tus secretos, tus pensamientos, tus sabores y tu mirada. No has dejado un solo resquicio sin que me lo brindaras, por dentro y por fuera me has permitido recorrerte a placer, desde tu pasado hasta tu vulva. Continuar leyendo “Madrugadas sabor naranja”

La hora azul

Abro los ojos, todo está entintado con un aura azul que precede al amanecer, el sol está por brindarnos su primer abrazo.

A mi alrededor todo está inmóvil, los objetos son perfectamente definibles aún en esta rara luz, quietos, amodorrados, como en espera que la actividad diaria les dé vida. Los sonidos están ausentes, la habitación está impasible, silenciosa; En la calle tampoco hay ruido, el mundo está dormido.

¿Porqué estoy despierto, qué fue lo que me hizo salir de mi sueño?

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