¡¡¡Pornstar!!!

Hace un rato que no escribo nada y haciendo honor a la verdad es que no he tenido tiempo de salir y tener nuevas aventuras, así que no hay mucho que contar.. hasta ahora:

Recibí un correo masivo con las fotos de una chica muy guapa que promovía sus servicios por webcam; Cachondo, lujurioso, pervertido, curioso y valemadrista como soy le escribí pidiendo más informes, de ahí derivó una cadena de mails que terminó en que me mandó el correo personal y me agregó a su messenger.

Tras varias conversaciones, algunas muy cortas, finalmente se decidió a darme una cita. Me pidió que le dijera un lugar idóneo, seguro y fácil de encontrar para conocernos, porque ella es Colombiana y recién llegó a nuestro país.

Una vez que le hice llegar un mapa con instrucciones precisas, aceptó tomar un café y charlar “por no más de 1 hora”

Una vez instalados en el café al aire libre, cada cual con su taza de un rico café arabe (para no entrar en discusiones sobre calidades del café mexicano vs. el café colombiano) comenzó la charla, un poco trabada al principio pues ella tenía mucha desconfianza, y no es para menos, mira que de por sí algunas mujeres se sienten como presa, agrégale que estás a muchos kilómetros de tu entorno natural, pues es más que normal que tuviera cierto recelo.

Una media hora más tarde (casi a la mitad de la cita programada) finalmente la ví sonreir, una sonrisa franca que me obsequió a un chiste muy tonto, pero que le hizo mucha gracia. Por fín me comenzó a tener un poco más de confianza y me platicó el porqué de su decisión de venir a nuestro país, porqué dedicándose a algo relacionado con el sexo etc..

Esta chica ha estado desde muy pequeña involucrada con el mundo del sexo, ha trabajado en varios rubros del entretenimiento para adultos, entre ellos actríz porno ocasional.

55 minutos, nuestra cita está por concluir y la verdad es que me siento muy intrigado y atraído por esta mujer que creo, tiene muchas historias que contar. Suena su alarma indicando que la cita ha concluído, en un momento juré que me soltaría así sin más “son $1,500 pesos”, no fué así y me dejó acompañarla al metro para seguir nuevamente el camino que recorrió al principio, pero en dirección opuesta.

Me pidió que no la siguiera,(pero que manía de esta mujer.) ok, una cita interesante, podría haber apostado mi riñón izquierdo que no la volvería a ver.

Pero.. sorpresas te dá la vida, 2 semanas después recibí un correo invitándome un café en el mismo lugar, por supuesto que accedí. Al llegar al café me recibió con un saludo un poco formal, iba vestida muy equis, jeans (ni siquiera ajustados) un sweater (pulóver le llama ella) bastante holgado, caí en cuenta que la anterior ocasión llevaba ropa igualmente equis. Comenzamos a charlar un poco más fluida la plática, le pregunté como iba el negocio, a lo que respondió con un simple “va..”

Yo me sentía un poco incómodo porque no sabía bien a bien qué quería esta mujer, medio paranóica, bonitilla y con mucho colmillo retorcido en cuanto al comportamiento humano. Así que allí estaba sorbiendo mi café e intentando adivinar porqué estaba yo allí, sentado frente a una chava que tenía un muro invisible entre ella y yo.

Repentinamente me informó sus tarifas, “$500.00 pesos un oral, una “paja en la pechuga” $750.00 pesos, $1,500.00 una “tirada completa” y por $2,500 pesos me puedes hacer lo que quieras por una hora, por donde quieras, cuantas veces quieras.”

Ajá, la alarmita por hora es muy socorrida.. ok, ya sé que carajos hago yo aquí, soy un cliente potencial. No estoy en contra del sexo pagado, creo que tiene su lado morboso que lo hace muy erótico. Sin embargo no es algo que practique mucho así que en el momento le dije que muchas gracias si se me ofrecía algo le mandaba un mail.

Al día siguiente me escribió un correo donde me enviaba un par de fotos donde se veía perfectamente el cuerpazo que esconde debajo de la ropa holgada. ¡¡¡Maldición esa estrategia de mercadotecnia funcionó!!! Así que le estuve dando vueltas al asunto, pagar, no pagar… pagar, no pagar… pagar, no pagar.. estaba yo en un conflicto semi-existencial acerca de esto..

Pasaron 15 días y finalmente me decidí a mandarle un correo, que me respondió casi de inmediato, avisándome que tenía la agenda muy ocupada, pero que si no había problema con que compartiera con otro chavo una hora podía atenderme ese mismo día.

¡¡¡Que taaal!!! al dos por uno estaba la onda. Nuevamente: mi naturaleza cachonda, lujuriosa, curiosa y valemadrista me llevó a un hotel a las 5 de la tarde.

Ella ya estaba instalada y en la puerta estaba esperando el otro chavo, para comenzar nuestra hora de sana diversión. Al abrir un cuerpazo deslumbrante con un mini traje de baño nos recibió, nos solicitó el pago y nos dejó pasar.. (Yeeeaaahh, toda una profesional)

Una vez liquidada la suma acordada, ahora sí a actuar se ha dicho, el muro invisible “mágicamente” desapareció y una hembra mega-mega-mega cachonda tomó posesión de ese cuerpo. Más que hacerle nosotros a ella, ella nos hizo lo que quizo, una actuación porno perfecta, las palabras, los gritos, los gemidos, todo perfectamente actuado.

Posaba para nosotros en todo momento, ponía poses super putanas, sus frases nos electrizaban, en fín como dije anteriormente toda una profesional.

Sonó una alarma distinta, avisándonos que quedaban 15 minutos para hacer de ella nuestra esclava sexual (ja, más bien era al contrario pero bueh..) El otro chavo pidió una de las suertes sexuales más deseadas pero que en la realidad no es tan sencillo como en los videos porno: “Quiero que te hagamos una doble penetración.”

Ella sin inmutarse dirigió las piruetas necesarias y en menos de 40 segundos estábamos penetrándola al mismo tiempo.

El tiempo se fué volando, una segunda alarma nos indicó que faltaban 5 minutos, así que apurándole que el tiempo es oro.

Las últimas poses, las últimas frases y las últimas gotas de sudor.. Al sonar la alarma de la hora, apareció nuevamente su muro, nos despidió y salí de allí con sentimientos encontrados, por un lado WOW! que rico estuvo, por otro lado PFFFFF! que gacho es esto.

Ayer recibí un correo invitándome a tomar café nuevamente.. aún no estoy seguro de querer ir.

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