Literótica | Mogador

Estoy convencido que los libros tienen la habilidad de escoger por quién han de ser leídos..

Mientras esperaba para abordar mi vuelo, entré a la librería del aeropuerto meramente a babosear, en mente tenía una revista o algo muy ligero pues mi vuelo no era tan extenso.

Dí un par de vueltas revisando los estantes, no había una gran selección de libros pues era una librería muy pequeña, más bien un puesto de revistas con un par de estantes con libros, desde mi primer búsqueda hubo un libro azul cuyo título llamó mi atención:  “En los labios del agua” de Alberto Ruy Sánchez

En la segunda ojeada ese mismo libro llamó mi atención nuevamente, así que lo tomé y me percaté en principio que era un libro corto, perfecto para el viaje en puerta. Leí la sinopsis y se me hizo muy interesante pues hablaba de un hombre que pertenecía a “La casta delirante de Los Sonámbulos”, una idea con la que me siento plenamente identificado. Lo abrí para leer un pequeño fragmento: Continuar leyendo “Literótica | Mogador”

El vaivén de tus caderas

El vaivén de tus caderas al caminar, provocaba que tu vestido danzara alrededor de tus muslos, los altísimos zapatos de plataforma le daban una personalidad putanezca a tus piernas, largas y morenas.

El escote no era tan pronunciado pero permitía admirar suficiente de tus senos como para desear estar entre ellos.

Tus ojos llenos de atrevimiento confirmaban el mensaje que todo tu cuerpo enviaba, “soy una hembra con ganas”

Sentada en la terraza con las piernas semi-abiertas, eras una invitación al placer, tus labios besaban la taza cada vez que sorbías café de ella. Pasaron unos minutos y nadie se acercaba, no esperabas a nadie y tu café ya estaba en su segunda mitad. Tu oferta estaba a punto de expirar, tu gesto había cambiado un poco..
ahora había una pequeña duda en el, ¿acaso nadie te había visto entrar, acaso nadie había notado el vaivén de tus caderas? Continuar leyendo “El vaivén de tus caderas”

Cinerótica | 9 to 5

Jens Hoffman nos muestra en este documental diversas facetas de la controversial y multi-billonaria industria del entretenimiento para adultos.

9 to 5: Days in Porn, devela las realidades de quienes participan en esta industria, actores, actrices, productores, directores, agentes, distribuidores..

Si bien, no nos enseña los secretos de cómo es que los actores mantienen su erección (¡¡¡DEMONIOS!!!) si nos muestra muchos aspectos interesantes del porno, qué pasa detrás de cámaras, cómo afecta/influye/moldea a sus integrantes, qué opinan sobre su trabajo, lo disfrutan, lo odian, lo sufren, lo sobreviven..

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Azul y negro | Segunda Parte

La cadena que me entregó era la típica correa de perro, con la diferencia que los eslabones estaban recubiertos en plata.

Al salir del restaurante, le puse la cadena a M, quien ronroneaba por el puro placer de verse con la correa puesta, la gargantilla de cuero era muy suave y tenía brocados el nombre de ella (M) y su propietario (D).

Decidímos pasearla en un parquecito de Polanco, es tranquilo, parece que está abandonado, casi no tiene visitantes y estaba a unas cuadras por lo que era una buena opción.

Ella caminaba delante de nosotros, con un andar provocativo, cuando alguien pasaba a su lado se tocaba los pezones o se agarraba las tetas, mostrándose a los transeúntes, quienes no podían mas que mirarla. Las reacciones eran diversas había quienes la admiraban, quienes movían la cabeza en son de disgusto, quienes apuraban el paso.. Continuar leyendo “Azul y negro | Segunda Parte”

Las mil y un historias

“Para las mujeres el mejor afrodisiaco son las palabras, el punto g está en los oídos, el que busque más abajo está perdiendo su tiempo y el nuestro.”

Isabel Allende

-“X, me dió tu número, ella ya te ha contratado un par de veces”-
-“Si, claro que me acuerdo.. ¿en que te puedo ayudar?”-

Tras una breve explicación de sus necesidades concertamos una cita, lo más extraño era el lugar: el messenger.

A la hora acordada, me conecté al messenger con mi flamante cuenta de escort con cero contactos, cero kms. ¡¡nueeeeevaaa de paquete!!

A los 5 minutos me llegó la petición de la clienta en potencia y comenzó “la prueba de manejo”.

Comenzamos a charlar y me pidió que le hiciera un breve relato, sobre un tema en particular.
Aunque parezca una bobada, pero a veces uno simplemente no está inspirado, así que el relato no fue nada bueno, digamos que no tuve buen arranque en frío. Continuar leyendo “Las mil y un historias”

Esperando tu visita

Echo un último vistazo asegurándome que todo esté como debe ser:

Algunos libros por aquí y por allá, esperando a que los hojeemos juntos, listos para contarnos sus historias e invitarnos a charlar largamente acerca de sus autores, de  sus personajes..

Fotografías, pinturas, dibujos y bocetos para posar nuestras miradas sobre ellos, mientras mis dedos recorren la piel de tus hombros y comienzan a despojarlos lentamente de la ropa, preparándote para posar y atrapar esta visita en imagenes imborrables.

Descubrir la música correcta para tí, todo un reto.. ya tengo la música con la que me gustaría verte caminar desnuda por mi casa, pero la curiosidad por saber cual es tu música preferida está anidada en mi interior.. mientras tanto he decidido poner un poco de lounge para escuchar mientras te espero. Continuar leyendo “Esperando tu visita”

Baila vaquero

Maru ha estado muy presionada en el trabajo este último mes, para relajarla un poco, decido darle una sorpresa y cumplirle una fantasía:

El escenario está puesto, la habitación alumbrada tenuemente con las lamparas de pié, ella está sentada en la cama, sonriente y a la expectativa.

Fue toda una odisea conseguir el atuendo, pero está completo y justo como ella lo había sugerido. Lo reviso antes de empezar: Tejana negra, chaleco de gamuza negro, chaparreras negras, bikini negro, botas negras, cinturón con pistolas.. ok, todo en su lugar.

La música ya está preparada y sólo falta apretar play para que comience este striptease. Continuar leyendo “Baila vaquero”

11 minutos

¡¡¡¡¡No maaaaa, ahora si me atoraron!!!!

Fue lo primero que pensé cuando la ví en el restaurante. Esa es una de las desventajas de conocer gente en línea, esta chava me mandó la foto de su prima o de su vecina, porque ella no es la que aparecía en las fotos.

En cuanto entré, me reconoció así que ni modo de echarme para atrás, salta del gabinete, me abraza y me planta un beso.. pff, ¡¡cha, que pex!!

Más por cortesía que por gusto, me siento y madres, en lugar de sentarse frente a mí.. se sienta a mi lado, literalmente estoy atrapado. Pongo la sonrisa más diplomática que puedo y a ella le dá una hemorragia de palabrería justo allí cuando me tiene contra la pared del gabinete, me empieza a platicar que pensaba que no iba a venir, porque ya van varias personas que la dejan plantada, que estaba muy contenta de que si fuera el de la foto, “porque hay gente que manda fotos de otras personas o que la retocan” (Ja, es un mal chiste ¿verdad?) Continuar leyendo “11 minutos”

El masaje de las 6

La voz en el teléfono era la de una mujer madura. Me había mandado un correo previamente, pues estaba interesada en el anuncio y quería preguntarme algunas cosas sobre los diferentes servicios, así que le envié el número donde podía contactarme.

Tras una llamada donde le respondí todas sus dudas, finalmente se decidió y quedamos de vernos en un hotel que tiene mesas de masaje en algunas habitaciones. La cita era para las 6 de la tarde del día siguiente.

Llegué al hotel armado con aceites y cremas varias, con la idea que mi clienta era una mujer en sus 50’s. Dicho y hecho, al abrirse la puerta me recibió una mujer enfundada en una bata de baño pachona y toalla/turbante en la cabeza a la que calculé unos 52 años. Continuar leyendo “El masaje de las 6”

La misma sangre

La primera vez que ví a Daniela quedé encantado por su sonrisa. Aunque su pelo negro y ondulado, sus grandes ojos negros, su nariz respingadita, su breve cintura y su mirada coqueta la convertian en una mujer muy bonita, a mí lo que me encantaba era su sonrisa, esa sonrisa que derretía témpanos.

Ella era la asistente de recursos humanos de una empresa donde me presenté con el afán de conseguir mi primer trabajo. Aunque no me quedé con el puesto que pretendía, nos hicimos muy amigos y comenzamos a salir de inmediato.

Animadas conversaciones precedían el infalible momento en que dormitábamos, desnudos y extenuados, en la cama del departamento que su amiga nos prestaba un ratito cada semana. Aunque los dos hubieramos querido pasar toda la noche juntos, ella no podía llegar tarde a su casa. Continuar leyendo “La misma sangre”