La hora azul

Abro los ojos, todo está entintado con un aura azul que precede al amanecer, el sol está por brindarnos su primer abrazo.

A mi alrededor todo está inmóvil, los objetos son perfectamente definibles aún en esta rara luz, quietos, amodorrados, como en espera que la actividad diaria les dé vida. Los sonidos están ausentes, la habitación está impasible, silenciosa; En la calle tampoco hay ruido, el mundo está dormido.

¿Porqué estoy despierto, qué fue lo que me hizo salir de mi sueño?

Me incorporo y descubro junto a mí una silueta, sigo sus lineas, son curvas y hermosas, su piel se ha fugado de la sábana, así que puedo ver su desnudez acentuada por lo azul de la luz que nos baña desde la ventana.

Mis ojos recorren muy lentamente el bello espectáculo, comienzan por los pies, las piernas, su cadera, su púbis desnudo, el ombligo, sus senos, sus brazos, los hombros, el cuello.. todo en ella está en reposo, en absoluta calma.

Mientras sigo recorriendo su cuerpo con la mirada, encuentro el porqué estoy despierto: Su rostro es hermoso, apacible, se dibuja una ligerísima sonrisa. Alguien me despertó para mostrarme que tengo a mi lado un Ángel.

Una corriente eléctrica me inunda y llena mi cuerpo de una inmensa alegría, un sentimiento de bienestar se desborda por todo mi ser, el sueño me envuelve y me vuelvo a dormir.

Antes de perderme en el sueño, la abrazo y siento su tibio calor, no, no es un sueño, tengo un Ángel junto a mí.

Doy gracias y me duermo con una gran sonrisa.

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