Tere es una chica bajita, de tez apiñonada que trabaja como asistente personal del dueño de la empresa donde estoy dando consultoría.
Su trabajo como asistente personal la tiene en un lugar muy privilegiado, ya que sólo le rinde cuentas directamente a su jefe y no tiene que hacer nada que no le pida él. Aunque tiene un escritorio junto con las demás personas, casi nunca está y en general su trabajo es un misterio.
Muchas de las personas de esta empresa se llevan con ella, pero más por llevarla bien que por verdadera amistad. Le habla de tú a los directores de la empresa y se ha dado el lujo de decir “no tengo porqué hacerlo” frente a toda la plantilla laboral, haciéndole un desplante monumental al más temido de los directores.
Su forma de vestir es muy práctica, pues siempre anda en la calle, así que es común verla con zapato cerrado, pantalones y una blusa. Femenina si, pero no coqueta.
Casi mes y medio después que estaba trabajando en dicha empresa la conocí. Siempre pasaba por su escritorio vacío y aunque había los característicos objetos personales, nunca había nadie alli, pero hoy era la excepción pues estaba sentada muy quitada de la pena leyendo un libro mientras todos a su alrededor se afanaban por seguir el ritmo de trabajo.
Mientras leía, comía ensalada de pollo que tenía en un pequeño topper, eso se me hizo extrañísimo pues una de las políticas más severas de la empresa era “No alimentos en la oficina”, La empresa contaba con un comedor bastante bien equipado, si querías comer, tenías que hacerlo en el comedor.
Este detalle me permitió entablar conversación con ella, que desde el principio fue muy fluida, la convencí que comiéramos juntos y durante la comida nos hicimos buenos amigos. Al final, intercambiamos números de celular.
Un par de días después me llamó, el pretexto fue una tontera de trabajo que aprovechamos para comer juntos nuevamente, esta ocasión en un lugar un poco retirado de la oficina. Al llegar me encontré que su atuendo era bastante diferente: Traía zapatillas abiertas, medias, una falda bastante elegante, una blusa muy escotada y coqueta, todo debajo de un abrigo negro. No sólamente la vestimenta era distinta, también la forma de conducirse, era mucho más sugestiva y cariñosa.
Fué allí que empecé a descubrir la bellísima figura que tenía: unas piernas torneadas y duras, unos senos grandes y firmes, que generalmente estaban escondidos por ropa holgada o bajo su habitual abrigo negro. A lo largo de la comida no dejó pasar ninguna oportunidad para erotizarme. Tras el postre, mientras me tomaba la mano y la posaba en sus piernas, sugirió: “¿pedimos la cuenta?”
¡Cerrado! No había más que decir.
Mi primer gran sorpresa fue encontrarme uno de los coches del dueño de la empresa esperando por nosotros fuera del restaurante. “Vamos al depa, por favor” Órden que acató inmediatamente Pedrito, el chofer. Recorrimos el camino en un suspiro o quizá fue que ibamos muy ocupados, pero en un santiamén nos encontramos en un departamento bastante agradable.
Tere me obsequío con su desnudez otra gran sorpresa, sin lugar a dudas puedo decir que hasta la fecha es quizá uno de los cuerpos más bellos que he podido disfrutar. No tenía una imperfección, todo con un tono muscular impresionante, las piernas, como ya lo he dicho, torneadas y deliciosas, una cintura breve y exquisita, un ombligo sutíl que ostentaba un pequeño piercing, los senos naturales, de buen tamaño y paraditos, coronados por unos pezones rosas, siempre alertas para despertarse ante el más mínimo indicio.
Traía puesto un liguero correctamente, cosa que no es común. Una breve braga transparente que hacía juego con el bra de media copa, sus movimientos eran totalmente plásticos y elegantes. Está por demás decir que era toda una seductríz y que sabía bastante sobre el arte del sexo.
Muy temprano me desperté y haciendo el menor ruido posible salí del departamento, en el elevador sonó “Simply Elegant”, tono distintivo que le había puesto en mi celular: “Dile a Pedro que te lleve a tu casa”, aunque rehusé el ofrecimiento el gesto fue espléndido.
Durante el año y medio que duró el proyecto en esa empresa, tuvimos muchísimos encuentros y en ocasiones pasábamos todo el fín de semana juntos, aunque jamás saliéramos de su departamento. Siempre con el erotismo a tope fuimos estableciendo una extraña relación: amantes, amigos, confidentes, pero jamás pareja. En ocasiones podía pasar hasta una semana y media sin que me llamara, pero cuando nos veíamos disfrutábamos plenamente.
El proyecto había terminado y se me hizo muy extraño que me renovaran el contrato, pues mi presencia en la empresa era más que superflua, por unos meses me pagaron por estar con Tere, situación que aunque cómoda, no me hacía felíz.
Comencé un nuevo proyecto en otra empresa, por lo que estaba muy atareado, así que ese viernes tuve que declinar la tentadora invitación de Tere para pasar una rica velada con ella que prometía extenderse todo el fín de semana.
El lunes siguiente recibí una llamada del gerente de recursos humanos notificándome la recisión de mi contrato y por supuesto, jamás ha vuelto a sonar “Simply Elegant” en mi celular.
mmmm…
mmmm…
Q buen relato en verdad unas palmas me pongo de pie.
BETOTE, que gusto verle por acá.. muchas gracias por su tiempo y el comentario, espero que disfrutes de todo lo que hay en el blog..
Ojalá te des tus vueltas por este espacio..
Saludos y abrazos (como siempre: “asegún corresponda”).
😀
Q buen relato en verdad unas palmas me pongo de pie.
BETOTE, que gusto verle por acá.. muchas gracias por su tiempo y el comentario, espero que disfrutes de todo lo que hay en el blog..
Ojalá te des tus vueltas por este espacio..
Saludos y abrazos (como siempre: “asegún corresponda”).
😀
Ya ves por apretarte el boxer jejejejeje.
Saludos muy “wena” historia ademas como siempre de sutil y elegante.
Lalo
Si caray, de haber sabido el desenlace quizá hubiera tomado otra decisión.. pero ni modo, como dicen: “a las balas.. el pecho”
UUYY hay tanto que contar de esta mujer que se necesitarán unos cuantos blogs.
¡Saludos!
Ya ves por apretarte el boxer jejejejeje.
Saludos muy “wena” historia ademas como siempre de sutil y elegante.
Lalo
Si caray, de haber sabido el desenlace quizá hubiera tomado otra decisión.. pero ni modo, como dicen: “a las balas.. el pecho”
UUYY hay tanto que contar de esta mujer que se necesitarán unos cuantos blogs.
¡Saludos!
Amigo pequeña pregunta, que edad tenía la mencionada “seductríz”.
AAAH que buena pregunta, 26 años al conocerla.. me hiciste recordar el aquelarre de su cumpleaños, ooooh que cosa, tendré que bloggearlo pronto.
¡Saludos!
Amigo pequeña pregunta, que edad tenía la mencionada “seductríz”.
El fabulosa la forma de narrar, es un gusto exquisito el leerlo y adentrarse en la imaginacion de los hechos, excelente historia y el final, pues era de esperarse, despues de la incognita que rodeaba todo, excelente, ojala pronto los podamso platicar junto a un cafe. saludos
¡¡Jonas!!
Que gusto encontrarte por estos lados, recibe un fuerte abrazo, les mando un fuerte beso a tus Reinas.
El fabulosa la forma de narrar, es un gusto exquisito el leerlo y adentrarse en la imaginacion de los hechos, excelente historia y el final, pues era de esperarse, despues de la incognita que rodeaba todo, excelente, ojala pronto los podamso platicar junto a un cafe. saludos
¡¡Jonas!!
Que gusto encontrarte por estos lados, recibe un fuerte abrazo, les mando un fuerte beso a tus Reinas.