Fueron las palabras que me dijo un amigo para convencerme de acompañarlo a una fiesta mamila, así que allí voy yo, bien solidario con mi cuate.
Llegamos a la casa de la amiga en cuestión y salen 3 chavas, una de ellas, la famosa amiga, nada fea y en general bien, pero las otras dos.. como para quitarle el hipo al diablo.
Yo rogaba para que no se subieran al coche y nada más acompañaran a la amiga a la puerta, pero no, se subieron al coche y mientras mi amigo y su amiga ya se saludaban de beso, abrazo y apapacho, ellas se acomodaban muy chipocludas en el asiento.
“Les presento a S y G” mi amigo me volteó a ver con una cara de “sorry, discúlpame, no manches perdón.”
Para que tengan una idea de la calidad de acompañantes para la noche: Ya he dicho que no eran nada agraciadas, físicamente eran mmmhh… bueno pues un palo de escoba tiene más curvas, bueno uno podría pensar que son muy buena onda, cotorronas o algo así..
¡¡¡Pueeeees noooo!!!
Divas, como si de veras, mamilas pero de 4 litros, no mamilitas, MAMILOTAS. El cenicero del auto era mejor conversador que ellas con eso les digo todo.
Pa’nochecita que se me avecinaba..
Después de un trayecto de tres eternidades y media, porque las señoritas nos hicieron pararnos en cuanto local se nos presentara para cubrir alguno de sus caprichitos: “párate en un oxxo, porque quiero unos chicles” nótese el tono mandón y mamón por favor. “párate en la farmacia que necesito comprar..” bueno, pues 2 oxxos y 1 farmacia después, finalmente llegamos a la fiesta.
Nos indicaron cuál era nuestra mesa, yo tenía la esperanza que allí pudiera encontrar otros seres humanos para poder platicar.. nada, los únicos 5 en una mesa para 12, por supuesto estábamos en la mesa de la cocina, arrinconados, atrás de cuanta columna hubiera, y creo que hasta querían ponernos un biombo para segregarnos más.
Le tuve que dar un billetito al mesero para que nos hiciera caso y nos tratara medio decentemente, bueno la cosa es que nos sirvieron unos drinks, nada exótico, meramente funcional la cosa: coca con ron. Lo que sea es bueno para lubricar esta situación. Mi cuate bien acaramelado con su amiga, medio me platicaba medio no. Para colmo las venusinas se me sentaron una a cada lado, así que ni cómo voltearse para desafanarme.
Ya saben, la típica fiesta de salón, para celebrar el 35 aniversario de no se qué. El salón estaba nice, la cena tuvo de inicio la sopita campbells en alguno de sus sabores y pollito en salsa de algo; conjunto versátil a cargo de la música y meseros desfilando con sus servilletas y platos mientras los concurrentes les aplaudimos.
Obvio no conocía a absolutamente nadie, así que a menos que conociera a alguien que me sacara del apuro, pues tenía mi grillete amarrado a mi cuate y las venusinas. Al pasar los siglos (porque eso eran los minutos, ¡¡siglos!!) la coca con ron fue haciendo su efecto, y las venusinas ya como que querían platicar o por lo menos ya hacían ruidos medio inteligibles.
Después de la cena alguien dió un speech muy emotivo sobre los 35 años que se estaban celebrando y el bailongo se hizo presente a todo lo que daba. Una de las venusinas ya con un semblante borrachezco me pidió que bailaramos, así que allí vamos a la pista.
Desde que íbamos rumbo al bailongo yo la sentía que no iba muy sobria que digamos, pero no se veía tan mal. Encontramos lugar en un costado de la pista que estaba repleta, todo mundo muy jolgoriozo baile que baile a ritmo de una cumbia, así que Venusina1 y yo nos incorporamos a la sacudida de esqueleto, sueltitos eso si, cada quién bailando a sus prudentes 70 cms. de distancia el uno del otro.
2 cumbias y me dijo que si íbamos por algo de tomar, así que regresamos a la mesa, llegando a la mesa Venusina2 me estira el tentáculo y allí voy de regreso a la pista de baile. Este esquema de relevos australianos se repitió 2 veces, la tercera vez que regresé a la pista con Venusina1 ya se veía bastante más borrachita. así que tuve que ayudarla a recorrer el camino hacia la pista.
Estamos bailando y ¡¡¡¡RAJALE!!!! se atoró con el tacón o algo así, la cosa es que se tropieza y se va contra una mesa, cae en una silla que por fortuna estaba vacía, yo me apresuro para ver si estaba bien, se intenta parar y se agarra del mantel como para apoyarse, así que doble-rájale, se tira la mesa encima, todo en 10 segundos. Yo ya estaba junto a ella cuando se tiró la mesa encima así que me tocó baño de todo lo que había encima.
No les puedo cuantificar el odio que sentía por mi ex-amigo por traerme de bateador emergente; llegan los meseros, por supuesto (y no los culpo) se preocuparon más por la mesa. Levantan la mesa y dejan tirada a la venusina, bañado y todo, la ayudo a levantarse, mientras todo el salón veía el performance, estuve a punto de levantar el pulgar como diciendo “¡¡estamos bien!!”.
Mientras ella hacía el papel dramático de su vida y se quejaba como si tuviera fractura expuesta, yo casi la arrastraba para llegar a la mesa, tomar nuestras cosas e irnos, pero no.
Al llegar a la mesa se le desapareció el dolor y la pena, simplemente se sentó y se tomó otra cubita.
¡¡¡¡SUFICIENTE!!!! a menos que tu amiga lo haga por el ombligo mientras se balancea en la lámpara o algo más exótico, yo no me quedo aquí.
“No mames, no te vayas, aguánta.”
Claro, si yo estuviera en su lugar, creo que habría suplicado para que no me dejaran solo.
-Pero esta vale por 5, cabrón, Ahora si te pasaste-
Regresamos a la mesa para encontrarnos una de las venusinas recargada en la mesa, borracha y jetona. Espero que este salón esté equipado con un diablito sacaborrachos, o alguien la iba tener que cargar al auto.
Mi amigo y su amiga ya estaban cuasi-fajando en la mesa y yo con una venusina jetona y la otra pensando en la tasa de mortandad de las pulgas de agua. Diría Polo-polo “¿de cojer ni hablamos, verdad?”
Finalmente la amiga decidió que ya era hora de irnos, así que me puse mi bufanda de venusina (lo bueno es que es flaca) y partimos.
Al llegar a la casa de la amiga, ya sin las venusinas cerca, ella me dijo, “Perdón, esta te la pago yo, te lo prometo”
Uta, si no es por esa frase, me cae que mi cuate no hubiera visto el sol a la mañana siguiente.