Además de las tantas cualidades que Ana poseé, tenía la enorme ventaja de que su padre era dueño de una librería, así que teníamos acceso a cuanto libro quisiéramos leer. Quizá en un primer vistazo no parece tan genial, pero tener una libreria como biblioteca personal es muy cómodo.
Ana tiene el arte en las venas, su padre bibliófilo, su mamá pintora, ella actríz de teatro, escritora, guionista y ávida.. avidísima lectora.
Como buena artista la pasión es su principal motivación, lo que yo disfrutába enormemente, pues eran largas horas que dedicábamos a dar rienda suelta a nuestra sexualidad.
Imagino que su gusto por la actuación le brindaba esa facilidad y goce por exhibirse, así que pronto nos encontramos teniendo sexo en lugares donde fácilmente nos podían ver. Uno de esos lugares era una hamaca que instalamos en una azotea flanqueada por 2 pequeños edificios cuyas ventanas nos ofrecían una buena cantidad de público. Continuar leyendo “Una buena lectura”